La ciudad de Bari, la capital de Apulia donde comienza la historia de Santa Claus. Imagino que esto no lo esperabas, pero es así. Esta ciudad adriática que mira al Egeo, ha sido deseada e invadida por bizantinos, normandos, duques italianos y emperadores alemanes, así como por los reyes de Francia, España y hasta los sultanes de Estambul.
Bari Vecchia
La arquitectura de los vetustos palacios y escondidas iglesias, se deja lucir en Bari Vecchia. La piedra blanca de Apulia es un escudo pictórico contra el sol mediterráneo. Te sentirás cuando recorras el centro de Bari como si se hubiera detenido el tiempo.
Calles estrechas, algunas de ellas sin salida. Verás a las señoras en la puerta de sus casas haciendo los famosos «orecchiette», una variedad de pasta en forma de oreja originaria de Apulia, plazas escondidas y callejuelas de las que te enamorarás.
Basílica San Nicola di Bari
De este lugar se dice que es la inspiración de Santa Claus. Este regalo para la vista guarda la mejores muestras de escultura del románico pullés. El pórtico de entrada es impresionante, enmarcado por dos enormes pilastras que descansan sobre columnas. En la portada central llaman la atención los dos leones que lo sustentan.
Fortaleza de Bari
Bordeando el casco antiguo llegaremos al castillo normando-suevo de Bari, símbolo de la ciudad de Bari. Esta fortificación medieval data de 1132, rodeado por el antiguo foso.
Paseo Marítimo de Lungomare
El paseo marítimo tiene 9 km de largo, siendo el mejor momento para visitarlo el atardecer. En el propio paseo encontraremos el mercado del pescado.
Teatro Petruzzelli
La acústica de este teatro es impresionante y uno de los más bellos teatros de ópera de Italia, pudiendo albergar hasta 4000 espectadores.
Déjate seducir por esta ciudad italiana que te enamorará a cada paso que des. No dejes de perderte, pasear y conversar con los lugareños a los que les entusiasma hablar de la historia de su ciudad.