Irlanda, muy querida por sus peculiaridades, y el encanto idiosincrásico del país coincide en gran medida con sus opciones de alojamiento. Al margen de hoteles, campamentos y hostales, el alojamiento en Irlanda se divide en tres categorías:

Pubs

No son solo un bar, sino que también tienen habitaciones para alquilar y son parte de la cultura importante de Irlanda. A menudo tienen el desayuno incluido en el precio de la habitación y es una manera excelente de conocer a los lugareños.

Bed and Breakfast

Mantienen un confort muy similar a los pubs, pero se diferencian en que las habitaciones son casi siempre en casas familiares adaptadas para dicho fin. Esta opción es una experiencia irlandesa cercana y personal y otra manera de obtener información local.

Con cocina propia

Alojamiento normalmente en una casa o cabaña, incluso puede estar en un castillo o en una iglesia, sin comida ni bebida. Aquí hay que llevar provisiones propias, ya que el lugar cercano para comer puede estar alejado. En este tipo de alojamientos podremos alojarnos el lugares tales como el Castillo negro en el condado de Tipperary, en el Fuerte Ring que es una réplica de un fuerte en forma de empalizada, Castillo de Ashford en el Condado de Mayo, con lujosos terrenos dispuestos alrededor de un lago.

Y digo yo… ¿quién no está dispuesto a trasladarse a la época medieval en uno de estos alojamientos?

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